Contar o no contar: 6 consejos para salir del clóset
ATENTI: Este artículo tiene lenguaje inclusivo*
Contar o no contar, esa es la cuestión
Primero, me gustaría asegurarte que no tenés culpa alguna por ocultarles esto. Lo ocultás por miedo, por inseguridad, por cosas que elles pueden estar provocando (por ejemplo, porque sabés que son personas que tienen prejuicios con las orientaciones sexuales no heterosexuales). No les cuentes algo tan personal solo para sentir que tenés la “conciencia limpia” de haber dicho la verdad, no lo cuentes en momentos de discusiones o tristezas: tiene que ser un motivo de acercamiento familiar, así que ¡todo a su tiempo!
¿Cómo te sentís?
Es importante que, cuando decidas contarles, estés lo más segure posible. Y no, 100 % de seguridad no existe, porque desde chiquite se te dijo que eras hetero, que eras hombre o mujer, que eras algo que no sos. Las dudas siempre van a estar, pero en algún momento algo va a hacer un clic, vas a estar pronte y lo vas a saber, creeme.
No hay una forma correcta de hacerlo
No, no todas las formas de “salir del closet” son “mamá, papá, soy gay”. Para mí fue “papá, soy bisexual, lo que significa que me gustan los hombres y también las mujeres” (porque sí, todavía tengo que explicar lo que es la bisexualidad y sacarle los estigmas, pero eso es tema para otro día). Para vos puede ser “abues, tengo novia” o “soy tu amiga, no tu amigo”. ¡Lo que sea que se te ocurra va a estar bien! Para todes es diferente, porque tenemos familias y amigues distintes, géneros y sexualidades diferentes. Así que esto no es una guía inequívoca ni mucho menos.
Por dónde empezar
Decíselo primero a alguien con quien tengas la máxima confianza, esa persona que sabés que se lo va a tomar bien. No empieces por tus padres si ves que son complicades con el tema. No es necesario que le cuentes a ese amigue al que le contás todo si creés que lo puede tomar mal. Vas a saber a quién contarle, quién es ese alguien que te da seguridad e incluso a la que puedas pedirle ayuda si la respuesta de tu familia no es buena.
¿¿Y si no reaccionan bien??
Si creés que tu familia se lo puede tomar súper mal, tené un backup plan para esa tarde, para esos días. Repito: no estás para nada obligade a decirles. Acá lo principal es que estés bien y que hagas con tu vida lo que quieras, lo que te hace sentir cómode, feliz y segure. Tené en cuenta que las primeras personas siempre son las más difíciles, que te va a tomar tiempo y no vas a saber cómo empezar y por dónde seguir. Que está bien estar nerviose y tener miedo. Es importante que sepas que merecés ser respetade. No importa cómo le caiga a quien se lo hayas dicho, merecés que te respete. Merecés que te trate bien, que use tus pronombres correctos, si eso es lo que le estás pidiendo, que entienda que lo que piensa no va a cambiar quién sos. Puede que en ese momento inviertas los roles con tus padres: vos les vas a explicar a elles, y elles tendrán que aprender y tomarse sus tiempos. Vos tenés que ser paciente, especialmente si elles reciben la noticia con amor y cariño, aunque les cueste.
Pero no termina acá
Este es un proceso para siempre. En el mundo en que vivimos, siempre se asume que las personas que tenemos al lado son cisgénero y heterosexuales (cishet). Y si vos no lo sos, te vas a seguir encontrando en situaciones en las que no sabrás si animarte a mencionar a tu pareja o si corregirles los pronombres a les otres. En resumen: no te pongas presión extra; hacé y decí solo lo que te haga sentir cómode y confiá en que nadie te conoce mejor que vos misme. A medida que vayas sintiéndote segure contigo misme, vas a poder abrirte a les demás y mostrarles quién sos.
* El lenguaje inclusivo busca eliminar el neutro masculino que existe en el español: aunque haya solamente un hombre incluido, dejamos el todas para decir todos. Para esto, eliminamos el género de una y usamos siempre la letra “e”: todes, amigues, elles, nosotres. Si querés saber más de este tema, hacé clic acá.
Sofía 18 años y con la meta de cambiar el mundo. Mis días se resumen en cocinar, estudiar y tomar mate. Escritora aficionada y pseudo editora (en entrenamiento). Copada con escribir sobre género, sexualidad y todo aquello que me tenga harta.