Ilustración: Nat
Todo lo que hay que saber sobre la explotación sexual
Un caso conocido como Operación Océano aparece en los medios de comunicación desde hace unas semanas. Unos cuantos hombres fueron formalizados por explotación sexual de adolescentes. Ser formalizado quiere decir que la Fiscalía les notificó que, en su investigación de los hechos, encontró elementos objetivos que prueban que ocurrió un delito y que intentará probar su culpabilidad.
Si tenés entre 12 y 18 años y escuchás o leés sobre este caso, quizás sientas que ese hecho no te habla a vos, o lo que se dice tal vez te genere miedo o inseguridad. Por eso es importante que sepas algunas cosas sobre la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes (ESCNNA).
Nunca es culpa de la persona explotada
Es común escuchar que se relativiza el delito aludiendo a la ropa que usa la víctima, a dónde vive, a qué hace con su vida. Eso construye impunidad para los agresores.
Víctima no es una definición de la persona
Otra forma de culpar a las víctimas es cuando, con la intención de proteger o aconsejar a alguien, algunas personas dicen cosas como “no permitas que te toquen” o “no dejes que se te acerquen”. Aunque la intención sea buena, genera la idea de que podemos de alguna forma evitar que el explotador intente violentarnos. Eso crea una aparente división entre quienes logran hacerlo y quienes no, una suerte de fuertes contra débiles, como si la responsabilidad de las acciones del explotador fueran de la persona a la que intenta explotar.
Hay diferentes modalidades de explotación sexual
Dentro del delito de explotación sexual se incluyen: los actos sexuales con remuneración o promesa de remuneración (no solo en efectivo: pueden ser regalos, comida, techo); el uso de imágenes en material pornográfico; las fiestas o espectáculos sexuales públicos o privados; el turismo sexual; las parejas y matrimonios forzados y la trata con fines de explotación sexual.
Los explotadores no tienen un perfil definido
La mayor parte de los explotadores —según diversos estudios de Unicef, INAU y la OIT— son hombres, pero no hay un perfil específico. Suelen ser mayores de edad, pero tienen distintos niveles de estudio, diferentes trabajos y niveles socioeconómicos. Afirmar que son enfermos psiquiátricos estigmatiza, por un lado, a las enfermedades mentales, asociándolas a la violencia, y por otro lado les quita de alguna forma la culpa a los explotadores. Son hombres insertos en la sociedad, muchos en posiciones de poder y prestigio.
No estás sola
Si vivís una situación de este tipo o conocés a alguien que esté atravesando esto: no están solas. Hay personas y organizaciones abiertas a escuchar las historias, a acompañar los procesos y a ofrecer contención. A pesar de todos esos discursos que revictimizan y les sacan la culpa a los explotadores hay gente (mucha gente) dispuesta a creer sin juzgar.
Aplicaciones
Los organismos que abordan esta problemática en Uruguay aseguran que es necesario que la legislación y los planes de trabajo se adecúen a las nuevas formas de comunicación. Si sos menor y utilizás alguna aplicación para conocer gente (Tinder o similares) y un hombre mayor de edad te escribe, intenta encontrarse contigo o te ofrece cosas a cambio de sexo, contale a alguien en quien confíes, sacá capturas de pantalla y bloqueá el perfil para que no tenga forma de llegar a vos.
¿Dónde y cómo pedir ayuda?
Hay leyes que amparan a las personas que son víctimas de explotación sexual.
Si en tu entorno o en el entorno de una persona que sabés que está viviendo esto no hay nadie a quien recurrir, podés llamar al 0800 50 50, la Línea Azul del INAU, o al 0800 4141, la línea de asesoramiento sobre violencia basada en género de Inmujeres.
Además, por la cantidad de personas y denuncias vinculadas a la Operación Océano, se habilitó un número para contactar directamente con la Fiscalía de delitos sexuales, violencia doméstica y violencia basada en género:
091 507 531
También hay organizaciones como ¿Dónde están nuestras gurisas?, Asociación Civil El Paso, Cotidiano Mujer, Mujeres de Negro, Amnistía o la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual que pueden orientarte. En este link hay una lista completa.
Este artículo se hizo con información de:
Unicef, INAU, Comité nacional para la erradicación de la explotación sexual comercial de la niñez y la adolescencia (CONAPEES), Organización Internacional del Trabajo (OIT), Ministerio del Interior.
Redactora: Cachi
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Ilustradora: Nat
