¿Qué exámenes me puede hacer el ginecólogo?
Examen pélvico
El examen pélvico suele hacerse desde la primera visita al ginecólogo y sirve para descartar cualquier problema que se note a la vista o al tacto. No debería doler, pero sí es cierto que si estás tensa, los músculos se van a contraer y puede ser molesto. El ginecólogo va a mirar y tocar con guantes tu vulva (es decir, la parte externa de tus genitales: labios mayores y menores, clítoris…), la vagina y el cérvix o cuello del útero.
Examen mamario
Algunos ginecólogos también hacen un examen mamario, que implica revisar bien tus pechos y los ganglios ubicados en la axila para detectar algún problema. El cáncer de mama no es común en mujeres jóvenes, pero puede haber algún bultito que implique alguna condición benigna, como los fibroadenomas.
Papanicolau (Pap)
Esta prueba es esencial, ya que permite detectar células precancerosas en el cuello del útero, así como algunas infecciones. De todas formas, el Ministerio de Salud Pública recomienda realizarlo solamente después de los 21 años, ya que el cáncer de cuello de útero en mujeres menores de 20 años es extremadamente raro, y el estudio puede causar más complicaciones que beneficios.
Ecografía
Las ecografías pueden ser clásicas (como las que siempre vemos que les hacen a las embarazadas) o trasvaginales (se coloca un ecógrafo en el canal vaginal). Sirven para ver si tenés una malformación en el útero, quistes o cualquier otro problema, por lo que se suelen indicar si manifestás tener dolores recurrentes durante la menstruación, en otros momentos del ciclo o durante el sexo. El método elegido dependerá mucho de tu edad: tené en cuenta que en las ecografías clásicas tenés que ir con la vejiga llena, así que te van a mandar a tomar un litro de agua una hora antes ¡y no ir al baño hasta que te hagan la eco!
Colposcopía
En esta prueba se analiza en profundidad el cuello y las paredes del útero, y la entrada de la vagina mediante un colposcopio, que es como una especie de “microscopio“ vaginal. Pero solo te la harán si hay sospecha de que tenés el virus del papiloma humano (HPV).
Exámenes de ETS
Si ya comenzaste a tener relaciones sexuales —y especialmente si tuviste relaciones de riesgo, es decir, sin preservativo para pene o vagina—, puede que te interese hacerte un examen de enfermedades de transmisión sexual o ETS. Generalmente se hacen mediante una prueba de orina (tenés que hacer pis en un tarrito, poco divertido pero nada doloroso) y un análisis de sangre (un poco más complejo si te dan miedo las agujas… ¡pero hay que hacerlo!) y en unos días vas a saber si tenés alguna enfermedad.
Desde Harta siempre te recomendamos utilizar métodos de barrera (es decir, preservativos) al tener relaciones, porque no solo evitan embarazos, sino que protegen contra estas enfermedades que, muchas veces, pueden ser graves.
¿Pierdo la virginidad con los exámenes ginecológicos?
¡No! Primero, porque la virginidad no es algo que se pierde. Sin embargo, si te preocupa la pérdida de tu himen, ¡tranquila! Esa membrana ya está abierta para permitir el paso del flujo menstrual al exterior de tu cuerpo, por lo que no perderás el himen al realizarte un examen ginecológico.
¿Cuándo debo consultar a un ginecólogo?
Si no estás del todo segura de cuándo ir al ginecólogo a hacerte estos exámenes, no te preocupes. Acá te doy una mano.
Rusa Amo las papas fritas. Machista en reconstrucción hacia un feminismo que nos libere. Una vieja de alma en un cuerpo relativamente joven. Escribo, corrijo, edito, leo, duermo
Ilustración: Nat