¿Qué estás leyendo? El polémico romance de una novela juvenil
[Opinión]
No te voy a contar mucho de qué va la trama, por si lo querés leer y porque esta no es una reseña literaria. Lo que tenés que saber para entender por qué me parece turbio es que el protagonista varón, Lincoln, trabaja como informático en un periódico y su tarea consiste en leer los correos electrónicos de los demás empleados para ver si discuten temas personales en horario laboral o si se pasan chistes verdes o pornografía.
Su trabajo, repito, es leer los mails que escriben sus compañeros y, si encuentra algo inadecuado, sancionarlos y enviarles una advertencia para que no lo hagan más.
Así es como se topa con los correos que se intercambian dos trabajadoras de la empresa, una periodista (Beth) y una correctora (Jennifer) que, aunque saben que hay un “ojo anónimo” revisando su correspondencia, deciden arriesgarse y conversar sobre distintos temas laborales y personales. Lincoln lee el primero de los correos marcado como “problemático”, pero como siente que esas mujeres son simpáticas, no les envía la sanción. Ahí es donde la cosa empieza a ponerse complicada: a lo largo de la novela, Lincoln sigue leyendo las intimidades de Beth y Jennifer, hasta que termina enamorándose de la primera.
¿Qué pensás de la actitud del personaje? Con un grupo de amigos discutimos si, además de inapropiada, su conducta no podría considerarse un delito. Es verdad que su tarea es violar la privacidad de los empleados para cuidar determinadas normas de trabajo, pero hay un límite claro: a la primera señal de que algo va mal, su deber es reportarlo a sus jefes y advertir a los involucrados.
Cuando Lincoln decide hacer la vista gorda con Beth y Jennifer, está cruzando una línea que lo transforma en un stalker.
Lincoln se entera de asuntos privados, incluso íntimos, de estas dos mujeres. Inventa excusas para pasar por el escritorio de Beth y curiosear qué fotos o cosas tiene en su espacio de trabajo. Sabe que ella está de novia con un músico y una noche va a uno de los conciertos para verlo en persona. Creepy, ¿no?
Las historias románticas de ficción suelen apoyarse en algunos clichés como el amor predestinado (al que se lo puede encontrar incluso en una situación absurda) o el amor como salvación (el personaje supera todos sus problemas y conflictos con solo encontrar el amor). Si bien es un relato inventado para el simple entretenimiento (y sin entrar en cómo Rainbow Rowell termina resolviendo el conflicto en Enlazados), está bueno pensar un poco más allá y preguntarse algunas cosas.
Porque, ¿cómo reaccionarías si alguien te dice que se enamoró de vos porque leyó tus correos privados durante meses? Yo llamaría a la policía.