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#NotAllMen pero sí #DemasiadosMen

#NotAllMen, pero sí #DemasiadosMen

[Opinión]

25 Oct 2018 | Conversemos, Redactora: Ine

“Me molesta que los hombres no entiendan que decirnos guarangadas por la calle es acoso y no un piropo”. Esto dije el otro día y enseguida apareció una respuesta (de un hombre): “ehhh, no generalices… Yo nunca les digo nada y respeto a todas las mujeres”.

¿Notaste que cada vez que alguna mujer (sobre todo alguna feminista) dice algo en relación a “los hombres”, recibe al menos una respuesta de este tipo? A ese fenómeno se le puso el nombre de ”not all men” (“no todos los hombres”), y seguramente lo hayas visto como un hashtag en las redes. El #NotAllMen tiene muchas variantes y no siempre surge desde la mala fe, pero esta “justificación” tiene varios problemas que te invito a que pensemos juntas.

Las generalizaciones son eso: generalizaciones

Las generalizaciones son parte de nuestras vidas y las usamos en todo contexto. Desde decir que los gatos son traicioneros (aunque mis adorados mininos son los más fieles del mundo) hasta afirmar virtudes o defectos de todos los habitantes de un país. O incluso te invito a pensar cuántas veces escuchaste a hombres (y también a mujeres) afirmar cosas como “las mujeres son vuelteras” o “cuando se juntan las mujeres es para lío”… Y qué poco que escuchamos o leemos a mujeres salir a condenar estos discursos amparándose en casos puntuales, ¿no?

¿Por qué lo hacés?

Hay hombres que utilizan el #NotAllMen como una maniobra para rebatir los reclamos de las mujeres o para desviar la atención de lo importante: que hay un sistema social que ampara y fomenta la opresión de las mujeres, y que en ese sistema los hombres son los históricamente privilegiados. Aparte, si un 90 % de las mujeres experimentó algún tipo de acoso, agresión o violencia por parte de hombres, bueno… no serán “todos”, pero sí demasiados como para que nos quedemos calladas.

Otros hombres también caen en esta justificación, pero de buena fe: internamente sienten la necesidad de salir a defender a los “hombres buenos”, con los que se identifican. Lo que decimos las feministas al respecto es que: si sos un “hombre bueno” y entendés nuestra lucha, entenderás que cuando decimos “los hombres” no hablamos de vos o de aquel, sino de esa categoría social que nos ha oprimido y maltratado a lo largo de la historia. Entonces, en lugar de gastar tu tiempo en ponernos ejemplos puntuales de hombres que nos entienden, derivá esa energía en luchar desde tus espacios contra esas situaciones horribles que denunciamos.

Lo que queremos es que te hagas cargo

Sí, sabemos que hay hombres buenos, ¿cuántas veces necesitan que lo aclaremos por día? ¿Quieren un premio? Mientras tanto, seguimos sufriendo agresiones, acoso, discriminación y muchas formas de violencia, hasta la muerte. Creo que estamos en una lucha demasiado complicada como para parar a aplaudir a las excepciones.

Lo que esperamos las feministas de los hombres es que se hagan cargo de su papel como opresores históricos, que no quiere decir que Luis, Juan o Raúl hayan oprimido o dañado consciente y voluntariamente a alguna mujer, sino que desde que existe el mundo se han beneficiado directa o indirectamente de su posición de privilegio.

Entonces, cuando alguien te diga “ehhh, pero no todos los hombres somos así”, explicale que no estamos hablando de todos, pero sí de muchísimos, demasiados hombres, a raíz de la experiencia no solo de cada una, sino de millones de mujeres en todo el mundo. (Explicale si tenés ganas, porque no es tu obligación andar enseñando).

Ine Me gusta todo lo que tenga que ver con las letras: leo, escribo, corrijo, vivo entre papeles y pantallas. No puedo vivir sin descubrir música nueva.

Ilustración: Nat

En este artículo:

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