¿Qué son las infecciones de transmisión sexual?
Seguro que alguna vez escuchaste hablar de las infecciones de transmisión sexual (a partir de ahora, ITS), pero quizás no tengas muy claro qué son.
Lo primero que te voy a decir es: hasta ahora, el único método para evitar este tipo de enfermedades es el preservativo (tanto para pene como para vagina y ano); por eso, es importante que lo uses en todas tus relaciones sexuales.
Lo segundo que te voy a decir es que muchas de estas enfermedades tienen cura y muchas otras no, y que no solo el VIH es una ITS. Así que atenta, que te voy a contar más sobre estas enfermedades, cuáles son y cómo podés saber si convives una.
¿Qué son las ETS?
Las ITS son infecciones que se transmiten de una persona a otra a través de las relaciones sexuales (penetración, sexo oral, sexo anal y otros), por los fluidos que emanamos: fluidos vaginales, semen, sangre. Las causan bacterias, virus, parásitos y hongos que pueden provenir de personas que parecen sanas y que piensan que lo están: la mayoría de las personas que tienen ITS no saben que las padecen.
La mayor parte de las ITS afecta a hombres y mujeres por igual, pero hay algunas que provocan problemas de salud serios solo en nosotras. Por eso, cuidarte mediante el uso de preservativo puede parecer aburrido o molesto, pero es una necesidad si no querés enfermarte. En estos casos no vale ni la confianza ni el amor que sintamos por la otra persona: siempre nuestra salud debe ir primero, por lo cual no deberías aceptar tener relaciones con alguien que no quiere usar preservativo.
¿Cuándo tengo que ir al médico?
Consultá con tu médico inmediatamente si tuviste una relación sexual sin protección (es decir, sin usar preservativo para pene o vagina) o si tenés alguno de los siguientes síntomas, que pueden indicar una ITS: llagas en la zona vaginal, anal o en la boca; dolor o ardor al hacer pis; cambios en el flujo vaginal, especialmente en el olor y el color; sangrado vaginal que no concuerde con la menstruación; dolor al tener relaciones; ganglios linfáticos inflamados, especialmente los de la zona de la ingle; fiebre; dolor en la parte baja del abdomen y/o erupción en la piel.
También te conviene consultar antes de empezar tu vida sexual (si no lo hiciste todavía) y cada vez que cambies de pareja sexual, para poder hacerte un test de ITS y verificar que no tenés ningún problema de salud.
Cuáles son las principales ITS, sus síntomas y cómo saber si las tenés
Hay muchas ITS, pero estas que te voy a contar a continuación son las más comunes. Si creés que tenés alguna o tuviste una relación sexual sin protección, es mejor que consultes a tu médico para hacer los test correspondientes y llevar a cabo el tratamiento en caso de que estés infectada.
VIH y sida
Es tal vez la ITS más conocida y que más miedo da. El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) infecta a las células del sistema inmune (específicamente, a las células T), por lo que tu cuerpo queda incapaz de defenderse ante otros virus y bacterias. No hay cura, pero sí una diversidad de tratamientos que te ayudarán. Hoy en día es difícil llegar a la etapa del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) gracias a estos tratamientos. El sida es la etapa final de la infección y, por supuesto, la más grave, aunque reversible. Una persona con VIH y un tratamiento adecuado puede tener una vida normal y nunca llegar a tener sida, que es el daño en el cuerpo producido por los fallos del sistema inmunitario (es decir, cuando una persona tiene infecciones muy graves o un número bajo de células T). En general, una persona desarrolla sida tras diez años de tener VIH y no recibir tratamiento.
Se transmite por los fluidos, así que podés adquirir el virus mediante sexo vaginal, anal y oral y también al compartir agujas.
El VIH es asintómatico, aunque muchas personas recientemente infectada presentan una especia de gripe común e inflamación de ganglios a nivel del cuello, pero tené en cuenta que estos tardan muchísimo tiempo en aparecer e incluso existen períodos ventana donde no se ve el VIH en los análisis de sangre, así que es conveniente que te hagas dos test rápidos: el segundo a los tres meses del primero.
Gonorrea
Esta enfermedad es producida por bacterias y sus síntomas aparecen entre uno y catorce días después del sexo con alguien que está infectado. En muchos casos no tiene síntomas, especialmente en nosotras, aunque los más comunes son el flujo vaginal amarillento y la irritación en los genitales.
Se transmite mediante sexo oral, anal o vaginal, ya que la bacteria se encuentra en los fluidos vaginales, el semen y el líquido preseminal. Podés saber si tenés gonorrea mediante un test de orina.
Se cura con antibióticos, pero si la dejás pasar, en las mujeres puede llevar a una enfermedad pélvica inflamatoria muy dolorosa y que te puede dejar sin la posibilidad de quedar embarazada.
Sífilis
Se contagia por sexo vaginal, oral o anal o por contacto piel con piel con alguien infectado que esté lastimado. A diferencia de otras ITS, esta no se adquiere solamente por los fluidos, sino por las heridas que tiene la persona infectada. Se cura con antibióticos o penicilina, pero sus síntomas son difíciles de identificar, porque en muchos casos parece una simple gripe. A las dos semanas de tener relaciones con alguien infectado aparecen lastimaduras sin dolor y en algunos casos erupción cutánea. Los síntomas incluso pueden aparecer y desaparecer durante años, pero tené en cuenta que si no la tratás, puede causarte daño al corazón, los ojos, el cerebro y hasta causar la muerte.
Podés saber si tenés sífilis mediante una muestra de la llaga (si tenés) o análisis de sangre y con un examen médico de la zona genital.
HPV
El virus del papiloma humano es muy común (aproximadamente el 90 % de las personas lo tienen) y contagioso, aunque muchas personas tienen sistemas inmunes fuertes que consiguen que no se infecten. Se transmite por vía oral, vaginal o anal y el síntoma más común son los condilomas, unas verrugas en la zona genital o en el ano. El tratamiento es rápido y sencillo: se aplican cremas o tratamientos con frío o calor para eliminar las verrugas.
Hay muchos tipos de HPV y muchos de ellos pueden causar cáncer de cuello de útero, cáncer de vulva, de ano y de vagina en las mujeres. Este tipo de HPV no presenta síntomas; por eso, es importante que después de tener tu primera relación sexual te hagas cada año un papanicolau para ver cómo está el cuello uterino. De esta forma, el ginecólogo va a poder ver si tenés HPV y detectar fases tempranas de cáncer de cuello de útero, que se pueden tratar con un procedimiento quirúrgico poco invasivo llamado conización.
Además, hoy en día existe la vacuna del HPV, que consta de tres dosis y que protege contra varias variedades del virus. Esta vacuna suele darse en la adolescencia, antes del primer contacto sexual, así que si es tu caso, podés hablar con tus padres para dártela. Aunque hayas tenido relaciones sexuales, la vacuna puede tener efectividad: en ese caso, consultá con tu ginecólogo.
Clamidia
Es una enfermedad producida por bacterias y se transmite por sexo vaginal, anal y oral mediante el semen, el líquido preseminal y fluidos vaginales. Se conoce como la “enfermedad silenciosa”, porque en muchos casos no tiene síntomas, y se cura con antibióticos. Si no es detectada a tiempo, puede causar en nosotras la enfermedad pélvica inflamatoria, que genera dolor pélvico crónico e infertilidad.
Los síntomas más comunes en mujeres son mucho flujo, sangrados fuera de la menstruación, dolor al tener relaciones y al orinar en la parte baja del abdomen. En caso de que pienses que tenés clamidia, andá a un médico: el test se hace con una muestra de orina o con una muestra vaginal tomada con un hisopo de algodón.
Herpes genital
Es muy parecido a los herpes que te salen en la boca, pero alrededor de la vagina, el ano y las nalgas. Se contagia mediante el contacto piel con piel con zonas infectadas, no es necesario el intercambio de fluidos.
Para saber si tenés herpes, el médico tomará una muestra de la llaga con un hisopo y la examinará. Solo se recomienda hacerte pruebas si tenés síntomas.
Puede ser muy doloroso, y si bien hay tratamiento con antibióticos para mantenerlo a raya, no hay cura: una vez que te hayas infectado, lo vas a tener toda tu vida. Pero al menos los brotes (las heridas dolorosas y visibles) son menos frecuentes después del primer año con la ITS.
Después de leer todo esto seguro que tenés claras dos cosas: que las ITS no son una broma y que el uso de preservativo es fundamental para cuidar tu salud. Así que ya sabés: a disfrutar del sexo con responsabilidad.