Helados de fruta
¿Estás muerta de calor y tenés antojo de algo fresco y dulce? Los palitos helados son tu mejor aliado en el verano, y hacerlos en casa es más fácil de lo que parece.
¿Qué lleva?
Básicamente vas a necesitar pulpa o jugo de fruta (la que más te guste que se pueda licuar o procesar o exprimir). Si necesitás que sea más dulce que el natural de cada fruta, siempre podés agregar azúcar o endulzante. En las variantes te tiro algunas opciones concretas.
¿Qué preciso?
Lo fundamental es un electrodoméstico para procesar la fruta (exprimidor, mixer, licuadora, juguera) y un recipiente para paletas heladas (hay muchas variedades en comercios de plásticos o supermercados, en general son como cubeteras de cuatro o seis unidades, con la forma de la paleta y con un palito de plástico reutilizable.
¿Cómo se hace?
Una vez que hayas obtenido la pulpa o el jugo de la o las frutas que quieras, las colocás en esos recipientes hasta que se llenen al ras, le introducís los palitos y los llevás al freezer hasta que se congelen. Una pavada.
Variantes
Dependiendo de la fruta que uses, o de si usás pulpa o jugo, los helados te van a quedar más o menos aguados y habrá variedad en la consistencia. Te voy a contar algunos de mis experimentos más exitosos:
- Frutas en lata procesadas: estas paletas son las que quedan más dulces y cremosas, no necesitan endulzar extra. Puede ser ananá, durazno o peras, o combinaciones.
- Frutas frescas procesadas: las mejores son las frutillas, frutos rojos, kiwi, duraznos. La banana le da cremosidad a cualquiera de estas frutas en combinación, pero no te recomiendo que las hagas solo de banana porque quedan con gusto ácido.
- Jugos de fruta: el clásico es naranja o naranja con limón o mandarina.
Tips
A todas estas opciones les podés agregar yogur y te queda una paleta más cremosa y consistente.
Ilustración: Nat