Ilustración: Ylenia Quartino

Llegan las fiestas en medio de un contexto de pandemia, y después de un año extraño y difícil. Con todo esto que pasa, es natural que se generen situaciones complicadas de enfrentar.

Es posible que las fiestas sean el momento de encontrarte con personas a las que tenías muchas ganas de ver o, por el contrario, que te expongan por compromiso a personas que no te hacen tan bien. Quizás hayas pasado un año de cansancio físico y emocional, de aburrimiento. La perspectiva de las fiestas y de las obligaciones familiares puede hacerte sentir saturada o ansiosa, insegura por los contactos sociales que se puedan generar. Muchas de nuestras lectoras nos plantearon estas sensaciones y preocupaciones a través de las redes.

En esta nota queremos aportar algunos consejos para afrontar este momento de la mejor manera.

Resistí la culpa

Si algún pariente te presiona para reunirte con tu familia y a vos te da miedo o ansiedad, tené presente que no está mal que sientas eso. Al contrario, tu preocupación por cuidarte y cuidar a tus seres queridos es comprensible y, aunque sabemos que no siempre pasa, tenés derecho a que sea respetada y tenida en cuenta por tu familia. No está bien que intenten hacerte sentir culpable para que cambies de idea.

Intentá expresar tus preocupaciones

Está bueno que busques a alguien cercano a quien contarle si estás preocupada por lo que pueda pasar en las juntadas familiares. Esa persona tal vez pueda ayudarte a hablar con el resto de tu familia o acompañarte si en algún momento te sentís desbordada.

Tratá de regular tus expectativas

Quizás estas fiestas sean especialmente importantes para vos: una oportunidad para encontrarte con ese ser querido que extrañás, de volver a la ciudad donde naciste, o incluso una excusa para salir del aislamiento que tanto malestar genera a veces. Pero en este contexto en el que el número de casos de COVID-19 aumenta diariamente, tal vez necesites modificar tus planes o renunciar a ellos para cuidarte y cuidar a los demás.

Sabemos que esto puede ser duro: los seres humanos somos seres sociales y nuestra salud no solo es física, también es mental. Pero lo mejor en estos casos es intentar tener paciencia para sobrellevar la frustración y tener en cuenta que la pandemia va a terminar. Y, cuando eso pase, podremos encontrarnos con aquellos a quienes queremos sin exponernos a un riesgo.

No te expongas a situaciones violentas

Ya sabemos que el aislamiento puede generar irritabilidad en las personas, y por eso es importante evitar las discusiones que puedan llevarte a vivir un momento desagradable. Si necesitás hablar con tu familia sobre las medidas a tomar para cuidarse este año, evitá hacerlo desde el enojo y el reclamo. Va a ser mejor charlarlo con calma y acercarte a ellos entendiendo que esta situación es difícil de llevar para todos. Tal vez esto ayude a los demás a ser más comprensivos.

Ante todo, ¡cuidate!

Si podés, priorizá lo que vos necesites para sentirte segura y disfrutar. Acordate de que más allá de todas las presiones y obligaciones, está tu bienestar físico y mental.

Redactora: Sofi Fernández

Ilustradora: Ylenia Quartino