Ensalada de lentejas
¿Escuchás hablar de lentejas y solo podés pensar en un guiso? Si sos vegetariana, capaz que también las asociás con hamburguesas veggie, pero las lentejas perfectamente pueden ser el ingrediente principal de una ensalada fresca y llena de nutrientes.
¿Qué lleva?
1 taza de lentejas cocidas
1 zanahoria pequeña
1 cebolla colorada
1 huevo mollet o duro (opcional)
1 cucharada de mostaza
Aceite (cantidad a gusto, mejor si es de oliva)
Jugo de limón (cantidad a gusto)
Hierbas frescas (albahaca, ciboulette o perejil, la que más te guste)
¿Cómo se hace?
Lo más desafiante de esta receta será preparar las lentejas (aunque siempre podés usar enlatadas o de las que vienen en frasco ya cocidas). Pero hablemos de cómo cocinar lentejas si compraste una bolsa (rinden abundante y son sumamente baratas). Lo primero es que tengas en cuenta que aumentan mucho de tamaño y que lo que empezó como media bolsita de lentejas puede transformarse en comida para un batallón. Así que no hagas más de una taza o taza y media de lentejas. Lo segundo es que necesitan remojo, así que tenés que planificar cuándo vas a prepararlas.
Si tenés un colador, ponelas adentro y pasalas por agua un rato para que se laven un poco. Luego, dejalas en un recipiente grande, cubiertas por agua, por lo menos seis horas. Escurrilas y ponelas en una olla con agua fría y un poco de sal. Cuando el agua empiece a hervir, andá monitoreando la textura de las lentejas hasta que las sientas tiernas. No debería llevarte más de media hora, pero depende mucho del tiempo de remojo y la potencia del fuego. No tapes la olla, porque se genera una espuma gruesa que si desborda te ensucia toda la cocina. Cuando las notes tiernas, colalas y dejalas escurriendo hasta que se enfríen.
Listo, ya tenés las lentejas. Las ponés en una ensaladera, les agregás la zanahoria rallada (a mí me gusta bien finita, pero como prefieras), la cebolla cortada en cubitos bien chicos y los aderezos y condimentos sugeridos (¡o los que quieras!).
¡A servir!
Cuando estés cerca de la hora de comer, será el momento de preparar el huevo mollet, ya que queda mucho mejor tibiecito. Repasá cómo hacerlo acá. Si no te animás con esta preparación, podés sumar un huevo duro cortado en cubos o rallado, que igual rinde. Y si sos vegana, pues olvidate de este ingrediente.
Serví la ensalada como una montañita en el centro de un plato, y colocá el huevo mollet encima, para que lo cortes al momento de comer y la yema se mezcle con las lentejas. Podés poner unas hojas verdes a los costados o abajo.
Variantes
Como en cualquier ensalada, hay mil variantes y podés elegir los ingredientes que más te gusten. Cambiar la mostaza por mayonesa o queso blanco, o agregarle otros vegetales que se te ocurran, por ejemplo tomates o repollo en tiras, realmente es una buena oportunidad de experimentar y utilizar lo que tengas en la heladera.
Dato irrelevante (o no)
Como hervir lentejas me da harta pereza, cada vez que las quiero preparar hago un paquete de medio kilo y en la misma jornada de cocina preparo hamburguesas, por ejemplo, y separo otra parte en porciones para este tipo de ensalada o para congelar y usar en otras preparaciones más adelante.