Días de liceo
[Opinión]
La molestia crece, se transforma en rabia, y cuando te querés dar cuenta estás criticándola con tus amigues, riéndote y hasta escribiendo feminazi en las paredes, como viste que ponen en las redes.
“Lo que pasa es que somos distintas”
Es cierto: ella no es como vos. Pero vos ¿sos igual al resto de las mujeres? ¡No! Por suerte no. Es importante ser diferente, auténtica, no tener miedo a pensar, decir y hacer cosas que sientas que son adecuadas para vos. Así, probablemente, piense tu compañera. Esa, la que habla mucho.
Capaz que habla porque quiere compartir con todes lo que conoce, lo que piensa… ¿no te sentís a veces con ganas de decirle al mundo lo que pensás?
Capaz que se siente juzgada, o se siente incómoda con algunas cosas que pasan y por eso habla de forma pasional. ¿A vos no te pasa que muchas veces no sabes cómo hacer para decir todo lo que tenés atragantado, lo que te molesta? ¿No querés gritar todo lo que te parece injusto de lo que estás viviendo?
Capaz que simplemente le gusta hablar, le gusta intercambiar ideas. ¿A vos no te gustaría también sentarte con ella y decirle todo lo que estás pensando? ¿Todo lo que no te termina de cerrar?
Pero… ¿somos tan diferentes?
Por suerte vivimos en un mundo en donde todas somos diferentes, pero en nuestro interior, todas, todas somos iguales. Amamos, reímos, lloramos, hablamos y discutimos. Solo que no a todas nos sale igual, no a todas nos gusta demostrarlo o muchas veces no sabemos cómo. Muchas veces pensamos, porque nos han enseñado así, que es mejor callar.
Si te ponés a pensar, seguramente hay muchas más cosas que las unen que las que las separan. Te invito a que lo pienses, a que puedas acercarte a ella y escucharla, discutirle, aprender juntas. Pero no por lo bajo: de frente, sin miedo, con ganas de intercambiar.
Esa es la única manera de vivir a pleno, de sacarle jugo a la vida. Hacelo sin juzgar, porque ¿cuántas veces te sentiste mal porque alguien habló mal de vos? ¿Porque alguien, sin conocerte, se rio y te juzgó?
Juntas somos poderosas
¿Y si nos miramos con otros ojos? ¿Si solo por un día miro diferente a esa compañera, la escucho, saco lo que me guste e interese de lo que ella dice y le planteo lo que no me gusta?
Nadie te pide que te hagas su mejor amiga, sino que no la juzgues, que la aceptes, así como te gustaría que te aceptaran a vos. Recordá todas las veces en las que te sentiste mal por hacer algo que los demás dicen que las mujeres no debemos hacer, o todas las veces en que te sentiste incómoda por el solo hecho de ser mujer, porque te pusieron en un lugar que no es el que elegirías.
Vivimos en un mundo que sigue siendo machista y las únicas que podemos cambiarlo somos nosotras, juntas. ¿Cómo? En el encuentro con aquellas que siempre van a estar contigo, que te van a entender y a respetar, con las mujeres, aquellas que entienden que la lucha no es contra otra mujer, como la historia y las redes sociales se ha encargado de hacernos creer.
La lucha primero es con una misma, para poder ver el mundo con otros ojos, con los ojos del amor hacia esas personas que pueden entenderte al 100%: las mujeres.
Y después, al darnos cuenta de que entre nosotras no somos competencia, sino que somos aliadas, la lucha se irá dando sola, contra quienes nos quieren hacer creer que calladas y quietas somos más bonitas.
Hermana, amiga, compañera: juntas (en nuestros desacuerdos y acuerdos) somos más. No te sientas intimidada ante otra mujer. Acercate, hablá, preguntá, discutí, pero siempre desde el amor y el respeto, de frente. Que así es la única manera de serte fiel, auténtica, única, como soñás vos, como soñamos todas.
Naty
Fan de la química y Harry Potter. Amo cantar, reír, el olor a tierra mojada y las tortas fritas.
Ilustradora: Ini