¿Qué es el antifascismo?
Seguro que alguna vez escuchaste a algún movimiento social (incluido el feminismo) denominarse antifascista. Pero ¿eso qué significa? ¿Por qué el feminismo es antifascista?
Antifascismo: ¿de qué estamos hablando?
El antifascismo es la oposición a ideologías, organizaciones, gobierno y personas de carácter totalitario, autoritario y antidemocrático asociadas con el fascismo (incluido el franquismo, el nazismo, etc).
También se asocia con movimientos que desde 1970, especialmente en Europa y Estados Unidos, se enfrentan mediante movilizaciones a los partidos y bandas de extrema derecha.
¿Qué es el fascismo? Es una ideología, un movimiento político y un tipo de estado. Si bien no tiene una forma de gobierno sistematizada, tiene algunos rasgos que lo destacan:
- Carácter totalitario y antidemocrático.
- Exaltación de la patria o la raza para movilizar a la gente.
- Opresión de minorías consideradas el enemigo.
- Militarismo y disciplina rígida en la que se deben respetar las cadenas de mando.
- Presencia de un líder fuerte que unifique a toda la población, partido único totalitario.
- Economía mixta, con políticas económicas proteccionistas e intervencionistas.
- Fomento de los centralismos y eliminación de los localismos y las diferencias.
Algunos ejemplos de gobiernos fascistas seguro que los diste en clase de Historia: la Italia fascista de Benito Mussolini, la Alemania del Tercer Reich de Adolf Hitler y la España de Francisco Franco.
El fascismo se diferencia también de los regímenes totalitarios de izquierda, que tienen características diferentes y de los que podemos hablar más adelante.
Sin embargo, según la doctrina de la tercera vía, el fascismo no se puede considerar ni de izquierda ni de derecha, ni capitalista ni comunista, sino más bien una fusión de varias ideologías.
¿Y ahora?
Hoy en día no existen regímenes políticos fascistas como los que podemos encontrar en el período de entreguerras en Europa. Sin embargo, el antifascismo sigue existiendo.
¿Por qué? Hoy en día el antifascismo se ha readapatado, luchando contra movimientos “ultras“, es decir, de extrema derecha. Estos grupos surgen en Europa en 1980 y se organizan en partidos políticos, grupos de música y bandas urbanas. Hoy en día, son movimientos que crecen en poder. Surgen bajo el neofascismo, el neonazismo y los skinheads.
El mayor problema es que estos movimientos han aumentado su posibilidad de conseguir representación electoral, ya que basan su propuesta política en una “mano dura“ contra los inmigrantes y un mantenimiento del nacionalismo, elementos claves en medio de una crisis económica en países con gran peso migratorio, donde los nacidos en el país sienten que las oportunidades económicas, políticas y sociales deben ir dirigidas a ellos y no a inmigrantes. De nuevo, se elige el miedo a un otro diferente y el nacionalismo como claves para hacer política. El populismo es clave en estos movimientos, así como el conservadurismo, la xenofobia (antisemitismo, indigenismo, nativismo, supremacismo) y el nacionalismo.
¿Por qué el feminismo es antifascista?
A menudo, el feminismo se considera interseccional, antirracista, anticlasista, antihomofóbico y antifascista.
Sobre este último punto es muy importante pensar en el fascismo como un movimiento patriarcal: tiene una perspectiva sobre la sexualidad, la familia y la nación machista, por lo que el feminismo debe ser antifascista.
Fuentes:
Ilustración: Agus Padilla
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