After y la romantización de la violencia
Chico problemático conoce a chica pura y dulce, se enamoran como nunca antes, surgen baches en el camino, pero ellos los sortean porque el amor todo lo vence.
Fin.
Ese puede ser el argumento de muchísimas obras literarias, canciones o películas de Disney. Porque sí, se nos ha mostrado desde la infancia que el amor todo lo debe soportar.
¿Cuánto es demasiado?
After es un fanfiction creado por Ana Todd sobre la banda One Direction, que más tarde fue publicado como novela y, en estos días, llevado al cine. Nos habla de Tessa y Hardin, el agua y el aceite, los opuestos amantes que a pesar de todo se atraen inevitablemente.
Simple, ¿verdad? Sin embargo, tan efectivo. Esta fórmula ha sido usada por millones y millones de autores e incluso hay algunas historias que yo misma he disfrutado enormemente a pesar de la sencillez del argumento. Dicho esto: ¿qué es lo que tiene After de diferente?
Mi primer encuentro con esta saga fue en sus comienzos como fanfic. Por esa época, mi yo joven pululaba mucho por las redes de Wattpad; sin embargo, no me llamó lo suficiente como para leerlo. No fue hasta unos años más tarde que After y yo intercambiamos miradas por primera vez. Y, madre mía… Cada página era un horror y me provocaba una impotencia desmesurada, pero no podía dejarlo. Me encontré a mí misma a las dos de la mañana recitándole diálogos y situaciones a mi pareja, porque sentía que tal vez yo era la exagerada. Ese fue mi primer pensamiento. Y, al día de hoy, es el libro que encuentro más tóxico.
Me pareció peligrosísimo que mi yo de diecinueve años pensara que, ante aquellas situaciones denigrantes, machistas y tóxicas, la única culpable era yo, que estaba exagerando ante algunas cosas que tal vez no eran para tanto.
Entrar en un conflicto
¿No era exactamente eso lo que me habían enseñado mis películas favoritas? La bestia secuestra al padre de Bella para luego hacerla a ella prisionera, pero después le regala una biblioteca llena de libros y es tierno, dulce y es el amor de Bella lo que lo cambia, ¿no?
Me vi en un conflicto entre lo que había idealizado en la infancia y mi propia voz adulta. Me metí en internet, lugar de todas las respuestas, para leer lo que la gente opinaba del libro, y el conflicto se hizo más grande.
Hasta el día de hoy, recuerdo la página de Facebook con el nombre Quiero un Hardin en mi vida. Las administradoras eran dos chicas de trece y catorce años.
Si antes estaba en conflicto, ahora no sabía qué hacer. After contiene escenas gráficas y explícitas de sexo, pero mi miedo radicaba en el deseo de estas adolescentes de tener un Hardin en su vida.
Hardin manipula, humilla, controla y usa la fuerza física para intimidar a Tessa, dejándola al final como un ser casi anulado, que no come, no vive y no habla si no tiene su aprobación primero. Destruye poco a poco su autoestima cuando hace algo que a él no le gusta y la complace en la cama cuando hace lo que él quiere. La entrena como a un perro… y era a aquel tipo de hombre al que estas niñas idealizaban.
Me entró el pánico. Yo tenía diecinueve, mantenía una relación estable y sana hacía un par de años y me había mudado sola al cumplir los dieciocho. Estaba creciendo, me estaba convirtiendo en mujer y estaba bastante convencida de que lo estaba logrando exitosamente.
Entré en pánico porque yo era una adulta y, sin embargo, igual había pensado que tal vez estaba exagerando. Porque yo sabía lo que era la valía propia, yo tenía una relación sana y aun así mi subconsciente buscaba excusas para el comportamiento de este personaje nefasto. Entré en pánico porque tenía terror de que estas niñas u otras se creyeran que eso era el amor verdadero, la media naranja, su alma gemela.
Hoy, con veinticinco y siendo madre, encuentro aberrante que se le diera luz verde a un proyecto que muestra la toxicidad de una relación a estos niveles.
Romantizar la violencia de esta manera es peligroso. Todo creador de contenido tiene la responsabilidad de mostrar los patrones tóxicos de forma clara. Hay muchas mujeres que saben reconocerlos y de alguna manera disfrutan la lectura, pero mi punto es que hay millones de otras que no. Mujeres con baja autoestima o que provienen de entornos violentos o incluso chicas que creen ser mujeres a los diecinueve años y que por un microsegundo piensan que son exageradas.
Y ya sé… siempre va a estar la fan que diga que Hardin cambia al final. Que mejora, por Tessa.
Y acá es cuando volvemos al principio.
¿Puede realmente el amor soportarlo todo?
La pregunta en sí me molesta.
No es cuestión de que el amor, o en este caso específico Tessa, pueda soportarlo: la cuestión es que no debería.
Nadie debería.
Karu Viera, Hija de papel y tinta
Este artículo fue escrito por una colaboradora externa al equipo de Harta. ¡Sumate vos también! Acá podés encontrar un formulario para ponerte en contacto con nosotras para que publiquemos tus palabras.
Fotografía: After Movie, instagram oficial
En este artículo:
relaciones – violencia basada en género – celos – repensando el arte