¡No son un lujo! Hablemos de productos de gestión menstrual
¿Sabías qué? Una bombonera de chocolates de 100 gramos cuesta hoy en día unos 270 pesos. No es accesible para todos, ¿no? Los productos de gestión menstrual (PGM) tampoco, pero a diferencia de los bombones, son de primera necesidad.
Las mujeres que menstruamos los necesitamos durante al menos 5 días al mes, mes tras mes, para contener la sangre menstrual. Estos productos sanitarios (sí, sanitarios) implican un gasto mensual aproximado de 270 pesos, gasto en el que debemos incurrir durante más de 30 años. O sea: en nuestra vida, gastamos casi 100 mil pesos en estos productos.
¿Es opcional?
Menstruar no es opcional, así que este gasto está ahí para todas. Muchas familias deben multiplicar este gasto por todas las mujeres que menstrúan, que puede incluir abuelas, madres, hijas y nietas menstruantes. ¿Qué pasa cuando esos, por ejemplo, 1000 pesos mensuales se necesitan para comer?
En Uruguay, los productos de gestión menstrual no se consideran artículos de primera necesidad: no están exonerados de impuestos ni están gravados con la tasa mínima de IVA de 10% (como sucede con productos como el arroz, la yerba o el jabón), sino que están gravados con el 22%, como cualquier otro producto de consumo.
¿Qué pasa cuando no podemos acceder a los PGM?
Ponemos en riesgo nuestra salud, ya que nos vemos obligadas a intentar sustituirlos precariamente de manera antihigiénica, con trapos o ropa vieja. Esto puede llevar a infecciones urinarias o vaginales, problemas de salud reproductiva y hasta infertilidad.
Es importante visibilizar que en nuestro país hay hogares sin acceso a agua corriente, así como mujeres en situación de calle, en cárceles o en centros de salud mental, todos contextos en los que es más complejo todavía acceder a los PGM.
Los productos de gestión menstrual son de vital importancia para la salud sexual y reproductiva de las mujeres menstruantes, así como un gasto importante en nuestro presupuesto. Pero la menstruación sigue dando asco y vergüenza, tanto que quienes deben hacerse responsables de este tema no lo toman en cuenta ni lo mencionan en su cartera política.
Reclamamos y exigimos gestión menstrual inclusiva e igualitaria, acceso universal a productos que aseguren tanto nuestra salud e higiene como la sostenibilidad del planeta. Es urgente que los PGM sean considerados en las políticas tributarias y en los planes sociales a nivel del Estado.
No pedimos flores ni bombones: exigimos políticas de salud transversales (o sea, consideradas desde todo el sistema político, incluidos los impuestos) con perspectiva de género. Los productos de gestión menstrual son esenciales para nuestros cuerpos.
Esta nota fue originalmente publicada en la página web de Encuentro de Feministas Diversas, y adaptada para Harta.