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Fotografía de yogur natural

Guiso contra el frío

Pocas cosas hay tan versátiles, económicas, rendidoras y reconfortantes como un buen guiso, sobre todo en los meses más fríos. ¿Amás la comida de olla? No te pierdas la oportunidad de hacerla vos misma.

El mundo de los guisos es tan amplio que es muy difícil dar una receta única, pero si nunca hiciste uno y querés intentarlo, te voy a dejar una opción básica como para que te animes. Una vez que hayas hecho el primero, vas a tener cintura para cambiar productos y crear opciones que se adapten a lo que más te gusta.

¿Qué lleva?

  •  2 dientes de ajo.
  •  1 cebolla grande.
  • 2 morrones pequeños (pueden ser uno rojo y uno verde, o los dos del mismo, según tu gusto y el precio que tengan en el mercado, ¡es muy variable!).
  • 500 gramos de alguna proteína (puede ser una carne roja, pollo o por qué no soja o seitán si preferís una opción vegana). Si comés carne y embutidos, podés agregar además un chorizo colorado o de los comunes.
  • Entre 300 y 500 gramos de tu legumbre preferida (lentejas, garbanzos, porotos de manteca, porotos frutilla o negros). Si elegís comprarlos crudos vas a tener que dejarlos en remojo desde la noche anterior en un recipiente grande, luego cambiarles el agua, escurrirlos y hervirlos en abundante agua con un poco de sal hasta que estén casi tiernos (no los cocines del todo porque en el guiso estarán un buen tiempo al fuego). Perfectamente podés optar por los frascos o latas de porotos que ya vienen prontos para consumir.
  • Vegetales: una combinación clásica para mí es usar medio zapallo, dos zanahorias y dos papas o dos boniatos (¡o uno y uno!).
  • Salsa de tomate: 1 o 2 tazas, dependiendo del volumen total de cosas que utilices (podés probar nuestra receta, te dejamos el link aquí).
  • Hierbas y condimentos a gusto. Un clásico para mí es la hoja de laurel, pero también quedan muy bien el perejil, el tomillo, el romero, la albahaca. En cuanto a otros condimentos, sal, pimienta y pimentón son un clásico, pero ahí podés ponerte creativa a tu gusto.
  • Aceite: cantidad necesaria.

¿Cómo se hace?

Lo mejor es que antes de empezar el guiso prepares todos los elementos para que luego sea más fácil. Eso implica:

  • Tener lavadas, peladas y cortadas todas las verduras: los dientes de ajo pueden ir enteros o picados finos; la cebolla en cubos chicos; el morrón en tiras cortas o cubos; el zapallo, papa o boniato en cubos medianos; la zanahoria en rodajas finas (luego podés cortarlas a la mitad si algunas son muy grandes).
  • Asegurarte de que las legumbres estén precocidas (si decidiste no usar enlatados).
  • Picar la carne o la proteína vegetal en cubos medianos. Si usás chorizo, cortalo en rodajas no muy gruesas.
  • Tener a mano la salsa, los condimentos y agua.

Una vez pronto todo, tenés que conseguir una olla grande y colocarla al fuego con un fondo de aceite. Allí comenzarás salteando el ajo y la cebolla (tip: agregale enseguida un poco de sal así no se dora) y cuando esta última esté traslúcida, agregás el morrón.
Después de saltear todo eso es momento de incorporar la proteína. Si usás carne, cocinala en el aceite hasta que veas que todos sus lados están marrones; si agregás chorizo, hasta que lo veas doradito.
Una vez que está esta parte, lo demás es: todo a la olla. Agregá las legumbres, el resto de las verduras, la salsa de tomate y los condimentos. Agregás agua hasta que todo el contenido de la olla queda cubierto y lo dejás cocinar a fuego lento, con la olla semitapada, durante al menos una hora. Es probable que debas agregar más agua si ves que está quedando muy seco a medida que avanza la cocción. Después de que pase una hora podés ir pinchando los distintos ingredientes y probar si te gusta el punto de las verduras y la proteína. Aprovechá a rectificar los condimentos luego de que esté cocido y listo, ¡a disfrutar!

¡A servir!

Usá cazuelas o platos hondos, así podes asegurarte una buena porción con los distintos elementos. Podés terminar el plato con un poco de perejil fresco picado por arriba, ¡delicia!
Por si lo de arriba te parece poco, hay quienes comen estos guisos con arroz o con fideos. Lo más recomendable es prepararlos aparte y agregarles el guiso arriba.

Tips

Si hacés mucha cantidad, siempre podés congelar porciones. Hay quienes prefieren no congelarlo si usan papa (yo lo he hecho y no tuve ningún inconveniente)

Ine Me gusta todo lo que tenga que ver con las letras: leo, escribo, corrijo, vivo entre papeles y pantallas. No puedo vivir sin descubrir música nueva.

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