Siri, ¿me preparás un café?
[Opinión]
Hoy en día, muchos estamos acostumbrados a recibir la ayuda de Siri. Nos ayuda a encontrar lugares, respuestas, recetas y nos entretiene con sus ocurrentes respuestas, como cuando le preguntamos si nos ama o cuál es la razón de estar vivos. Si no es Siri, puede ser la alternativa Cortana en los teléfonos Windows. A la lista de señoritas cibernéticas que nos ayudan a resolver nuestras vidas se agrega Google Now, Robin, Dragon Mobile Assistant, Assistant.ai (que viene con una imagen de la asistente ya programada, que luego es cambiable) y muchas otras aplicaciones de asistentes.
Hace poco, con mi padre, manejamos por un lugar donde nunca antes habíamos estado, con un auto alquilado que venía con su propio GPS. Luego de haberse sorprendido la primera vez que nos dio una indicación, dijo: “Es como si hubiera una señorita ahí adentro, debe de ser una hadita”.
Vivimos en un mundo rodeado de señoritas virtuales como las ya mencionadas, pero es importante notar que todas tienen el mismo tipo de voz: una voz femenina, joven, sensual, servicial. Una voz que nos recuerda a las telefonistas de las series. Esa hadita podría perfectamente haber sido una enfermera, una secretaria…
Estudiando comunicación tuve que darme cuenta de que la voz de los servicios electrónicos importa, y mucho. Es importante que paremos a preguntarnos por qué toda la “ayuda” que recibimos viene de parte de mujeres asistentes. Y antes de que alguien corrija que la voz del GPS puede ser cambiada, déjenme responderle que la hadita fue su primera voz, la original de forma predeterminada, por ende, la que pretende gustarle a la mayoría del público objetivo.
Pregúntenle a un hombre si puede imitar la voz del GPS y luego pregúntenle a cuál estaba imitando. ¿Es una voz femenina o masculina? Ahí van a ver la importancia de la opción predeterminada. La importancia de la voz de la hadita, ayudanta todo propósito, como debe ser una mujer: completamente servicial en todo momento.
Ary Globofóbica, amante de la imaginación, comediante y comunicadora. Busco destruir el patriarcado llenándolo de brillantina, vieron que es insacable. Le digo no a la gilada, y sí a la pizza y las pelis.